Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García
Hoy Rafael Galán nos ofrece esta serie de imágenes del castillo de Arcos de la Frontera (Cádiz) para continuar nuestros “viajes fotográficos por al-Andalus”.
El emplazamiento topográfico de la ciudad de Arcos es muy significativo, sobre un promontorio rocoso que cae cortado a pico por dos de sus caras (llamadas respectivamente la Peña Vieja y la Peña Nueva) en mitad de un meandro del río Guadalete, que traza una amplia curva al encontrar en su curso este obstáculo orográfico, acentuado por la erosión fluvial. Sobre la Peña existió una fortaleza al menos desde los primeros tiempos de la cultura andalusí, a tenor de una fuente cronística bajomedieval denominada Una descripción anónima de al-Andalus. En dicho texto se menciona el castillo de Arkus como una fortaleza “construida por los antiguos” y cuyo nombre fue Qal’at al-Nusur (Fortaleza de las Águilas).
La mención más antigua del Arkus andalusí se remonta a mediados del siglo VIII y los textos árabes informan de que en la etapa emiral fue destruida hasta dos veces. Después es mencionada como residencia de un alto exfuncionario de la corte omeya. Estuvo incluida en la kura de Sidonia, siendo en ocasiones capital de la misma, como también fueron Medina Sidonia, Calsena o Jerez de la Frontera.
En el siglo XI Arkus se constituyó como reino taifa, gobernado por una dinastía beréber hasta el año 1066. Durante esta época las defensas de la ciudad debieron ser reforzadas a tenor de la información de las fuentes escritas. Después comenzaría una etapa de crecimiento importante, y la ciudad sirvió en ocasiones de escala para los ejércitos almorávides y almohades en sus penetraciones en la península. Entre otras muchas menciones, al-Idrisi la cita incluyéndola en el iqlim (distrito) de Lak, junto a Tarifa, Algeciras, Cádiz, Beca y Jerez.
El infante D. Enrique, hijo de Fernando III, en 1253 conquista Arkus para la Corona de Castilla, aunque los musulmanes la vuelven a ocupar momentáneamente entre 1261 y 1264, fecha de la toma definitiva por Alfonso X. Desde entonces Arcos asumirá un nuevo papel en la Frontera castellano-nazarí, sirviendo como colonia o presidio militar a lo largo de toda la Baja Edad Media.
Hasta el primer tercio del siglo XIV el Arcos cristiano sufrirá una importante despoblación. Para solucionarla y salvaguardar su defensa, Alfonso XI adscribirá el término de Arcos a la jurisdicción de Sevilla en 1338, manteniéndose así hasta 1401.
Durante el siglo siguiente se desarrolla una continua mejora de las condiciones de vida y se realizan importantes reformas en las murallas y el castillo en 1430.
La fortaleza fue residencia de los Duques de Arcos y actualmente presenta planta irregular en torno a dos patios. Se sitúa junto a la Plaza del Cabildo, en la zona topográficamente más elevada del casco urbano. Es de propiedad privada y de acceso restringido.
Qué preciosidad de sitio. Y qué bien le han quedado a Rafael esas nubes.
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