Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García
En la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, próxima al Estrecho de Gibraltar, encontramos la localidad de Jimena de la Frontera, asentada en las estribaciones de las serranías béticas, junto al cauce del río Hozgarganta, afluente del Guadiaro, que pasa a pocos kilómetros, descendiendo de la región montañosa de Ronda, en la vecina provincia de Málaga. Al llamado Castillo de Jimena, que corresponde al recinto de la población antigua y medieval, vamos a dedicar hoy este reportaje fotográfico de nuestro Viaje por al-Andalus, como es habitual con la visión artística del objetivo de Rafael Galán García.
El paisaje urbano de Jimena es el de un pueblo blanco asentado en una ladera, sobre cuya cúspide se asienta una fortaleza de considerables dimensiones. Este castillo es el núcleo más antiguo de la ciudad, población amurallada cuyo origen se remonta al mundo fenicio, después romanizado y finalmente islamizado y arabizado en la Edad Media. Sin embargo, el actual casco histórico de Jimena corresponde al núcleo creado ladera abajo tras abandonarse el asentamiento fortificado.
Los fenicios fueron los fundadores de la ciudad de Oba, identificada con Jimena, a la que pertenecen acuñaciones de moneda con escritura libio-fenicia. Este asentamiento, originado en el siglo VIII a.C., fue posteriormente romanizado, documentándose epígrafes en latín que mencionan la Res Publica Obensis.
Como restos constructivos de la antigua Oba nos han quedado algunas torres y partes del amurallamiento, infraestructuras hidráulicas, un templo, calzadas, etc. Destacan además una serie de lápidas integradas posteriormente en la puerta islámica de acceso al recinto, y otras piezas romanas, como fragmentos de columnas usados como material de acarreo.
Sobre dicha ciudad romana se generó el núcleo de la Jimena andalusí, Xemina, tras la entrada de árabes y bereberes islamizados en la península Ibérica a partir del año 711. La primera referencia en documentación escrita medieval referida se produce el 22 de noviembre de 1293, cuando en el Rawd al-Qirtas de Ibn Abi Zar se afirma que el sultán meriní Abu Yaqub entregó al monarca nazarí de Granada las ciudades de Algeciras y Ronda con sus territorios, incluyendo fortalezas como la de Xemina. En esta época la población se situaba en plena frontera entre el territorio de meriníes-nazaríes y la Corona de Castilla, de donde procede el apelativo “de la Frontera” del pueblo actual.
Jimena es tomada por los castellanos en 1431, tras lo cual queda despoblada y con un uso exclusivamente miliaar, dependiendo de Jerez. En 1451 vuelve a pasar a manos musulmanas, hasta la definitiva conquista cristiana en 1456. El nuevo núcleo de población se establece en la ladera oriental bajo las antiguas murallas, de modo que el recinto quedará abandonado durante siglos, hasta que en la Guerra de la Independencia (1811) se realizan nuevas reparaciones ante el nuevo uso militar del recinto durante dicho conflicto armado.
El acceso al recinto se realiza por una gran puerta monumental, asociada a una torre albarrana, denominada Puerta del Reloj, con arcos de herradura y una buhedera, en la que se han recuperado pinturas murales polícromas con diseño geométrico de paños de sebka. Asimismo, llaman la atención las lápidas romanas y fragmentos de columnas integrados en la construcción islámica, antes citados. Datada en el siglo XIII, se construyó sobre otra puerta anterior, del siglo I a.C.
El epígrafe latino de la derecha está dedicado a LUCIO HERENNIO HERENNIANO por su nieto LUCIO CORNELIO HERENNIO RUSTICO, siendo cónsules SEXTO QUINTILIO CONDIANO y SEXTO QUINTILIO MAXIMO. En el de la izquierda se vuelve a citar a dichos miembros de la familia Herennio, estando ambos fechados en el año 151 d.C. Junto al cementerio de Jimena se conserva otra inscripción donde también se cita a LUCIO CORNELIO, que fue uno de los duoviri de la RES PUBLICA OBENSIS.
La fortaleza islámica principal, que podríamos denominar alcazaba, está en el extremo más meridional del conjunto amurallado, aunque fue la parte más modificada en el siglo XIX. Se separa del resto del recinto por un foso y otra línea de muralla, y en su interior se incluye una gran torre exenta cilíndrica, datada en el periodo posmedieval. En el extremo norte, por su parte, se sitúa el cementerio de la localidad.
En la zona intermedia entre ambos sectores se sitúan antiguas zonas residenciales de la población romana y andalusí, hoy parcialmente excavadas, permitiendo apreciar la estructura de algunas casas y calles, y destacando especialmente la presencia de un conjunto de aljibes que aseguraban el abastecimiento hidráulico durante diferentes épocas, destacando uno del periodo almohade de grandes dimensiones.
En la ladera occidental, mirando al cauce del río Hozgarganta, se encuentran los restos de una posible iglesia tardoantigua labrada en roca viva, en el lugar llamado Baño de la Reina Mora por su forma de pileta. Se trata, probablemente, de una pila bautismal para el ritual por inmersión, que era la práctica habitual en el cristianismo temprano.
Desde 2011 un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Sevilla ha venido realizando excavaciones arqueológicas y trabajos de restauración, que han concluido con el acondicionamiento del yacimiento, facilitando los accesos, protegiendo los puntos de peligro y añadiendo señalización y paneles explicativos.
Los visitantes pueden disfrutar además de la belleza paisajística y los valores ecológicos del enclave, en los límites del parque natural de Los Alcornocales, rodeado de amplios bosques mediterráneos, así como praderas y terrenos dedicados a la ganadería y el cultivo de cítricos en las riberas fluviales del Guadiaro, junto a las pedanías de San Pablo de Buceite y San Martín del Tesorillo, colonias agrícolas creadas en el siglo XIX en antiguos latifundios nobiliarios.
Bibliografía:
GÓMEZ DE AVELLANEDA SABIO, Carlos (2014). “Urbanismo histórico en Jimena de la Frontera”. Almoraima, 41, pp. 95-107.
TABALES RODRÍGUEZ, Miguel Ángel (2006). “Programa de investigaciones arqueológicas en el castillo de Jimena de la Frontera. Cádiz”. Almoraima, 33, pp. 9-30.
VARGAS-MACHUCA GARCÍA, Teodosio (1973). Oba. Jimena de la Frontera en época romana. Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes.
Al-Andalus, Arqueología e Historia 
¡Vamos, vamos y vamos! Que no conocía yo la existencia de este sitio y mira tú si podíamos haber pasado por allí de camino a Gibraltar, o a la vuelta. En fin, habrá que ir por allí otra vez.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es que tendréis que ir con nosotros (ojalá sea más pronto que tarde) 🙂
Me gustaMe gusta